En 2015, la ONU marcó el inicio de una era con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, buscando transformar el mundo a través de políticas que impulsen el desarrollo social, económico y ambiental.
En esta misión, las Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) aporta su trayectoria y sus más de 22000 estándares, contribuyendo con aspectos clave y proporcionando las directrices necesarias para poder cumplir con los objetivos estratégicos organizacionales, incluidos aquellos vinculados a los ODS: la normalización, como proceso optimizador, se convierte en la brújula para toda organización.
¿Por qué existe esta sinergia entre las normas ISO y los ODS?
Las Normas ISO, más allá de estandarizar procesos, son catalizadores de sostenibilidad económica que otorgan ventajas competitivas y facilitan el comercio internacional y promueven prácticas sostenibles y seguras en los más diversos campos, desde la agricultura hasta la lucha contra el soborno.
Algunos estándares ISO que facilitan esta entegración:
- ISO 20400:2017 – Adquisiciones Sostenibles: brinda orientación para incorporar la sustentabilidad en las compras organizacionales.
- ISO 26000:2010 – Responsabilidad Social: para operar de manera socialmente responsable a través de buenas prácticas laborales.
- ISO 14001:2015 – Sistemas de Gestión Medioambiental: brinda los requisitos y orientación para una gestión ambiental efectiva, facilitando el cumplimiento de la legislación medioambiental.
- ISO 18091:2019 – Sistemas de Gestión de la Calidad: aporta directrices para aplicar la ISO 9001 en los gobiernos locales.
- ISO 37001:2016 – Sistemas de Gestión Antisoborno: un estándar cuyo propósito es combatir el soborno en las organizaciones a través de prácticas eficaces y transparentes, promoviendo la colaboración público-privada.
La simbiosis entre las normas ISO y los ODS es la clave para la construcción de un futuro sostenible y el cumplimiento de nuestras metas colectivas.
¿Por qué es importante esta integración?
Según el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, hay tres áreas clave en las que los ODS pueden ser fundamentales para garantizar un cumplimiento integral:
1) Gestión de Riesgos:
Utilizando estándares como ISO 31000 e ISO 22301 las organizaciones pueden identificar, tratar y controlar riesgos y oportunidades de manera efectiva. Además, la integración de estrategias y objetivos organizativos con los ODS se vuelve más eficaz a través de una gestión adecuada de riesgos.
2) Gobernanza y Transparencia:
Normas como la ISO 19600 y la ISO 37001 facilitan una gestión eficaz del gobierno organizacional y promueven buenas prácticas laborales. Una sólida política de liderazgo y una gestión transparente contribuyen a la toma de decisiones.
3) Relaciones Colaborativas:
Para cumplir con los objetivos organizativos y los ODS, es crucial ir más allá de las capacidades individuales y fomentar relaciones colaborativas. En este sentido, la norma ISO 44001 se presenta como una herramienta esencial para implementar estrategias que satisfagan los requisitos en relaciones colaborativas.
La implementación de buenas prácticas de negocio orientadas al desarrollo sostenible y la responsabilidad social mejoran la competitividad y rentabilidad de las organizaciones. La integración de Normas ISO y ODS conlleva beneficios como una toma de decisiones mejorada, gestión eficiente de recursos, productos con valor agregado y la satisfacción de todas las partes interesadas. Esta integración es clave para lograr resultados significativos en el ámbito sostenible y empresarial.
> Para conocer más sobre los 17 objetivos de desarrollo sostenible visitá la web de la ONU.