Cada vez más empresas buscan equilibrar rentabilidad y responsabilidad social, pero pocas saben por dónde empezar. En un mundo donde consumidores, inversores y talento priorizan empresas con impacto positivo, la Certificación B surge como una respuesta concreta para aquellas organizaciones que quieren crecer de manera sostenible y con propósito.
En este artículo, te contamos más sobre el Movimiento B y respondemos preguntas que podés estar haciéndote.
Primero, ¿qué significa ser una Empresa B?
Las Empresas B son organizaciones que cumplen con altos estándares de desempeño social, ambiental, de transparencia y responsabilidad. A diferencia de otros sellos o certificaciones, el modelo B evalúa a la empresa en su totalidad y no solo a un producto o servicio en particular.
Para obtener la certificación, las empresas deben atravesar un proceso de evaluación a través del B Impact Assessment (BIA), que mide su impacto en cinco áreas clave. Este proceso no solo permite diagnosticar el estado actual de la organización, sino también descubrir oportunidades de mejora y diferenciación en el mercado:
✅ Gobernanza: ¿Cómo toma decisiones una empresa con propósito? La evaluación mide transparencia, ética y compromiso con el impacto a largo plazo.
👥 Trabajadores: El bienestar de las personas es clave. En esta área se analizan políticas de equidad salarial, beneficios, formación, condiciones laborales, entre otras.
🌍 Comunidad: Una Empresa B no crece sola, sino que lo hace junto a su entorno. Por eso, se evalúa su impacto en proveedores, diversidad y desarrollo local. ¿Cuál es el resultado? Que muchas Empresas B están optado por priorizar proveedores locales y de comercio justo, y apoyando a emprendedores de sectores vulnerables. Otras, están generando alianzas con organizaciones sociales y diseñando programas de empleabilidad dirigidos… Las ideas e iniciativas son miles, y además, ¡a las Empresas B les encanta conectarse entre sí!.
♻️ Medio ambiente: El uso de recursos, la reducción de emisiones y la innovación en sostenibilidad son aspectos clave.
💙 Clientes: ¿El producto o servicio mejora la vida de las personas? Se analiza desde la accesibilidad hasta el impacto positivo en la sociedad y se incentiva a potenciar la creatividad para asegurar que la empresa sea sustentable.
¿Cuáles son los beneficios de certificar tu empresa?
Primero que nada, sabemos que pueden surgir muchas dudas antes de empezar un proyecto como este. Pero como es un camino que desde Kualita ya transitamos, queremos transmitirte que certificar requiere un compromiso genuino, pero lo que se logra no es solo la obtención de un sello, sino una oportunidad para fortalecer la empresa en todos sus aspectos y traer consigo beneficios concretos:
Diferenciación y liderazgo: En un mercado donde las personas buscan marcas con propósito, la certificación B posiciona a la empresa como un referente en sostenibilidad y compromiso social.
Atracción y retención de talento: Cada vez más profesionales eligen trabajar en organizaciones alineadas con sus valores, y ser una Empresa B ayuda a construir equipos comprometidos y motivados.
Acceso a redes y oportunidades: Formar parte de la comunidad B abre puertas a colaboraciones con otras empresas certificadas, inversores de impacto y oportunidades de crecimiento.
Mejora en la gestión interna: El proceso de certificación permite revisar y optimizar prácticas, promoviendo una cultura organizacional más equitativa y sostenible.
Mayor conexión con clientes y comunidad: Construir un negocio con impacto positivo genera lealtad y confianza, fortaleciendo la relación con todos los grupos de interés.
Preparación para regulaciones futuras: En relación a lo anterior, también es importante destacar que cada vez más gobiernos y organismos reguladores exigen criterios de sostenibilidad y responsabilidad empresarial, por lo que ser una Empresa B te puede posicionar a la vanguardia de estos cambios.
Primeros pasos para certificar tu empresa como B
Si te preguntas ¿por dónde empiezo? ¿cómo sé si mi empresa está preparada? tenemos una buena noticia: no necesitás tener todo resuelto desde el inicio. El primer paso es entender tu punto de partida y, desde ahí, avanzar. Los primeros pasos que te recomendamos:
💡 Realizar la Evaluación de Impacto B (BIA)
El mejor punto de partida es el B Impact Assessment, una herramienta gratuita y en línea que permite medir el desempeño social y ambiental de tu empresa en las cinco áreas clave (gobernanza, trabajadores, clientes, comunidad y medioambiente). Completarla te dará un diagnóstico inicial sobre los aspectos que ya cumples y los que podrías mejorar.
🎯 Definir objetivos y áreas de mejora
Los resultados de la BIA suelen ser reveladores, y muchas empresas descubren que ya aplican buenas prácticas, pero no las han sistematizado ni comunicado correctamente. Otras identifican oportunidades concretas para mejorar… Lo importante en esta instancia es trazar un plan de acción alineado con la esencia y el potencial de la empresa.
🤝 Involucrar a tu equipo
La transformación hacia una empresa con impacto positivo no es solo una decisión de la dirección. Para que el proceso sea exitoso, es clave que todas las áreas se involucren y comprendan el propósito de esta certificación: cuanto más integrado esté el enfoque B en la cultura de la empresa, más sostenible será en el tiempo.
📜 Formalizar el compromiso
Uno de los requisitos de la certificación es incorporar en el estatuto de la empresa el compromiso de considerar el impacto en todas las partes interesadas. Este paso asegura que el modelo de negocios no solo sea sostenible en la práctica, sino también en su estructura legal.
🚀 Iniciar el proceso de certificación
Con las mejoras implementadas, llega el momento de presentar la evaluación para revisión por parte de B Lab, la organización encargada de validar el proceso. Si la empresa cumple con los requisitos, obtiene la certificación y se une a una red global de Empresas B.
Sabemos que puede parecer un camino desafiante, pero no tiene por qué ser un proceso solitario. En Kualita acompañamos a empresas en estos primeros pasos, ayudándolas a traducir su propósito en estrategias concretas y sostenibles.
